Puntuar cada Dimensión


Al finalizar la sesión que se está evaluando, el evaluador debe dar una puntuación para cada una de las cuatro dimensiones a cada miembro de la familia asistente a la sesión. La puntuación se ha de hacer en los espacios diseñados para tal fin en el extremo inferior de cada sección del instrumento. Las indicaciones que guían la escala de puntuación (nada, moderado, y muchísimo) se refieren tanto a la frecuencia del comportamiento como a su importancia y significación en la sesión. Con la excepción de la dimensión Sentido de compartir el propósito en la familia, para las otras dimensiones hay tres o cuatro columnas con espacios en blanco al lado de cada indicador, uno para cada uno de los miembros de la familia. Como ya hemos señalado más arriba, el investigador etiqueta cada unas de las columnas con el nombre o rol de un miembro de la familia en sesión. Al final de cada sección dedicada a una dimensión hay que puntuar una escala tipo Likert de 7 puntos con el valor 0 en el centro (para indicar moderado nivel en esa dimensión, el que representa simplemente estar en la sesión sin más), -3 en un extremo negativo (nada de alianza) y +3 en el otro extremo (muchísima alianza). Los espacios en blanco (uno para cada miembro de la familia ) que aparecen junto a las escalas en la parte inferir de cada sección, deben utilizarse para la puntuación final otorgada en cada dimensión. Obsérvese que sólo hay un espacio en blanco para la dimensión de Sentido de Compartir el Propósito ya que sólo se hace una valoración de la familia en su conjunto y por tanto se da una puntuación para toda la familia.

Como se ha señalado más arriba, los descriptores individuales se consideran indicadores conductuales de las dimensiones subyacentes, que son más globales y están definidas en términos mas subjetivos (en términos de las cogniciones y afectos de los miembros de la familia). Los evaluadores tienen que usar las marcas o registros que hicieron en los descriptores conductuales individuales para hacer su valoración global y puntuar las escalas. No deben basarse simplemente en su sentido intuitivo o impresión final de cada dimensión para puntuar las escalas, sino que tienen que apoyarse en los descriptores conductuales detectados y marcados durante la sesión.

Al desarrollar el instrumento, nos dimos cuenta de que es imposible para un evaluador no hacer comparaciones de la fuerza de la alianza entre los miembros de la familia mientras ve el video y puntúa las escalas. Por ello, la valoración de cada miembro de la familia puede verse influenciada por cómo el evaluador puntúa a otros miembros de la familia. Por esta razón establecemos la siguiente directriz: el evaluador debe primero mirar las marcas realizadas para registrar los descriptores conductuales y decidir quién es el miembro de la familia menos involucrado, menos conectado o enganchado en la terapia. Esa persona debe ser valorada y puntuada primero, pasando después al siguiente menos involucrado, y así sucesivamente. De esta manera, el miembro de la familia más involucrado o comprometido con la terapia es valorado en último lugar.

Directrices concretas para puntuar cada dimensión

Para facilitar el proceso de puntuar las escalas a partir de los descriptores conductuales, los evaluadores deben utilizar las siguientes directrices para las dimensiones de Enganche, Seguridad, y Conexión Emocional:

  1. Si no hay marcas en una dimensión determinada la puntuación debe ser 0. Esto quiere decir que se ve en el cliente al menos una moderada alianza (de otra forma el cliente habría dado alguna muestra negativa o abandonado la sesión). En la terapia familiar a veces ocurre que uno de los miembros de la familia apenas habla durante una sesión, especialmente si hay mucha gente en la sala. Si no hay indicadores negativos ni positivos registrados y el cliente no ha hablado apenas, la valoración debe ser 0.

  2. Si sólo se encuentran descriptores negativos, la puntuación debe ser menos de 0, es decir, un número negativo. Se puntuará al cliente con un -3 sólo si está claro que la persona es contraria a la terapia y demuestra ese antagonismo de forma conductual —si no es así, la puntuación será -2 o -1 dependiendo esta decisión de cómo ve el evaluador de negativo el comportamiento.

  3. Si sólo se han marcado descriptores positivos, la puntuación debe sobrepasar el 0, deberá ser por tanto una puntuación positiva.

  4. Si sólo hay descriptores positivos de tipo no verbal, (postura del cuerpo abierta, contacto ocular, lenguaje corporal reflejando imitación) la puntuación debe ser +1.

  5. Sólo se dará un +3 si está claro que el cliente esta muy involucrado en la terapia, demostrando mucha apertura emocional (dimensión de Seguridad), tomando parte muy activa en el proceso terapéutico (Enganche),o cuando se demuestra un claro e importante aprecio hacia el terapeuta (Conexión emocional). Si la involucración del cliente no es tan clara y notoria la puntuación debería ser +1 o +2 , dependiendo de cómo se valore de positivo el comportamiento observado.

  6. Si hay marcados descriptores positivos y negativos, la puntuación será -1, 0, ó +1, dependiendo del juicio que haga el evaluador sobre el balance de los descriptores positivos y negativos en cuanto a su frecuencia, o importancia y significación en la terapia.

La tarea del evaluador incluye, a pesar de todo, cierta subjetividad. Algunas conductas, especialmente las no verbales, pueden ocurrir de forma prolongada durante gran parte de la sesión (por ejemplo, “Los miembros de la familia reflectan-reproducen posturas corporales similares”), mientras que la mayoría de los restantes comportamientos incluidos en los descriptores probablemente ocurran sólo una ó pocas veces. Aquí, en comportamientos que aparecen con poca frecuencia, es dónde se hace necesario que el evaluador decida sobre la significación o relevancia clínica de esos comportamientos. Si, por ejemplo, un miembro de la familia “acepta hacer las tareas para casa que se le sugieren” (descriptor de la dimensión de Enganche) en una ocasión y con poco entusiasmo, la puntuación debería ser +1. Si esa persona en cambio pregunta por detalles de la tarea y habla de cuándo, cómo, y bajo qué circunstancias va a hacer la tarea asignada, la puntuación debería ser +2. Si además esa persona está especialmente entusiasmada y firmemente comprometida con la tarea que le han propuesto, la puntuación debería ser +3.

Consideremos otro ejemplo tomando el descriptor “El cliente rechaza o es reticente a responder al terapeuta”. Si ocurre en una ocasión o mínimamente, la puntuación podría ser -1. Si el cliente pasa una buena parte de la sesión rehusando hablar, la puntuación podría ser –2. Y si su comportamiento es así toda la sesión, la puntuación sería –3.

En la dimensión denominada Sentido de compartir el propósito en la familia se da una puntuación a toda la familia. Los evaluadores deben tener bien claro que esta dimensión se refiere al sentido de compartir el propósito sobre la terapia, no sobre la familia en general, ni tampoco sobre el problema presentado en la terapia. En otras palabras, los miembros de una pareja pueden sentirse muy a gusto juntos y sin embargo tener puntos de vista muy diferentes sobre el valor de la terapia para mejorar un problema que tienen (uno de ellos cree en su utilidad y el otro la ve absurda), es decir, no comparten el propósito de la terapia. Por otra parte, puede darse el caso de que todos los miembros de una familia estén de acuerdo en que Juanito tiene un problema muy concreto; este acuerdo refleja un sentido compartido sobre cuál es el problema, pero no comparten necesariamente el sentido que tiene ir a terapia para ese problema, es decir, no comparten el propósito de la terapia. Los padres por ejemplo pueden indicar que el centro de la terapia es el mal comportamiento de Juanito, pero Juanito puede decir que la terapia es una perdida de tiempo, o bien que cree que el terapeuta debería centrarse en lo estrictos que son sus padres y en el alcoholismo de su padre. En este caso, el sentido de unidad dentro de la familia con respecto a la terapia no es óptimo.

Las siguientes directrices han de tomarse en cuenta a la hora de puntuar la escala de Sentido de Compartir el Propósito, sobre la base de los descriptores conductuales marcados previamente:

  1. El evaluador debe mirar primero cuántos descriptores positivos y negativos se han marcado para cada miembro de la familia en esta dimensión.

  2. Si no hay descriptores marcados para ningún miembro de la familia, la puntuación debe ser 0. Al igual que con las puntuaciones en las otra dimensiones, se supone que hay al menos un Sentido de Propósito moderado dentro de la familia por el hecho de que todos los miembros están ahí y no se han dado muestras negativas indicativas de una alianza pobre.

  3. Si hay al menos un descriptor positivo marcado y ninguno negativo para cada miembro de la familia, la puntuación debe ser al menos +1, y podría ser +2 o +3, dependiendo de la valoración que el evaluador haga sobre la cantidad e importancia de los descriptores señalados. Se puntuará +3 sólo si es patente que la familia está totalmente de acuerdo en el sentido que le dan a la terapia como medio de mejorar su situación.

  4. Si hay al menos un descriptor negativo para un miembro de la familia, la puntuación debería ser –1 ó –2, dependiendo de cómo es de negativo ese comportamiento en la sesión.

  5. Si dos o mas miembros de la familia tienen descriptores negativos marcados, la valoración debería ser –3 ó -2. Se puntuara -3 sólo cuando este claro que la familia no comparte en absoluto el propósito en relación a la terapia.

  6. Si hay tanto descriptores negativos como positivos marcados, la puntuación debería ser –1 ó +1, dependiendo de la valoración que se haga sobre el balance existente en la frecuencia o importancia clínica entre los comportamientos positivos y negativos registrados.

  7. Si hay un gran desacuerdo entre los miembros de la familia expresado claramente en la sesión sobre el valor de la terapia o sobre lo que se va a conseguir con ella, la puntuación debería ser –3, incluso aunque no haya otros descriptores negativos adicionales marcados.